Mis zorritas, mis gatitas lindas

Dicen que soy osada, que me gusta controlarlo todo, que disfruto de las noches de pasión como si fueran las últimas. Si lo dijera yo, vale, pero lo dicen ellas, lo dicen mi gatitas, a las que les doy todo. Por ellas me desvivo y nunca dejo que se vayan sin algo de miel en los labios. Faltaría más.

Jenny, Tiar y Cris son mis amadas gatitas.

Jenny

De Jenny me gusta su estilo de vestir, sus maneras de zorra elegantona, con clase, con mucha clase. Me gusta cómo se deja atar, cómo se deja inmovilizar, con los ojos tapados o cuando me pide que lo haga a cara descubierta. Maquillada, peinada para la acción. Si me viene con coletas, ya sabe lo que le toca. A esa gatita rebelde me la como a besos y le deshago sus malas artes a tirones. Disfruto oyéndola pedir más. Me vuelve loca. Y lo sabe, ¡vaya si lo sabe!.

Tiar

A Tiar la celo con las fotos de Jenny en celo. Con vídeos provocativos en la tablet. Soy mala, bueno, un poco mala sólo. Por nada del mundo quisiera que se conocieran, no sea que la que acabe celosa sea yo. Tengo que estar en mi sitio.

Tiar es siempre un largo deseo, largo como sus brazos que me empujan hacia a ella, con una fuerza a la que no estoy muy acostumbrada y que me llega a desconcertar. La conocí en una fiesta sin pretenderlo, nos gustamos y ahí están dos cajones llenos con sus cosas en la cómoda de la habitación. Me gusta revolver en ellos cuando no está y oler su ropa interior. Ella también lo sabe, se lo he dicho, y creo que le gusta. Qué creo.., le gusta.

A Tiar le dejo que me domine, que crea que me domina. Pero sólo para jugar y subir de nivel. A Tiar le gustan los juguetes de la frutería, largos y duros, pero también la fruta blanda que se deshace sobre sus labios, sobre todos sus labios.

Cris

Cris es mi zorrita más tranquila y amorosa, es una gatita sosegada y presumida, si quiero estar a la última, si quiero saber qué combina con qué, su wathsapp no tiene desperdicio. Me pone su gusto por la lencería, por las pinturas de uñas que me arrebatan, brillos, colores y reflejos irizados que brillan en la oscuridad de la cama y en nuestras noches de loco amor.

A Cris le vuelven locas las caricias, lentas, eternas, sin fin. El sexo con ella es natural, delicado, sensual, íntimo, tranquilo. ¿Qué más? ¿qué más te puedo contar querido diario que tú no te imagines y que no sepas ya?. Sólo espero el momento en quedar con una de mis chicas, tan diferentes entre sí, tan iguales en sus deseos, tan cercanas a mis sentimientos. Las adoro.

… Una llamada perdida en el móvil y mi corazón da un vuelco… Ya te contaré diario, cuando me acuerde de ti, porque ahora no estoy para ti.